Proyectos espontáneos: Trust children!

Cuando un libro les gusta mucho normalmente hacen alguna actividad alusiva, mea culpa, de más pequeños yo proponía.

Lo que ahora adoro es verlos hacer espontáneamente, sin consultarme, sin apenas requerir de mi ayuda. Es inspirador verlos "trabajar" por iniciativa propia, es un proceso hermoso de presenciar: si se les da el tiempo y las condiciones necesarias, se les enciende una chispa en los ojitos y se van a su rincón de materiales a poner manos a la obra. A veces me llaman, pero la mayoría de las veces no lo hacen sino hasta que su trabajo está terminado y quieren mostrarlo...

Es un ejercicio de paciencia por mi parte -amarrarme las manos y morderme la lengua- porque me he pasado la vida escolarizada y dirigida, porque fui formada en la creencia de que a los niños hay que darles la indicación de hacer algo sino nunca lo harían... Como escribe Holt:

"All I am saying... can be summed up in two words: TRUST CHILDREN. Nothing could be more simple, or more difficult. Difficult because to trust children we must first learn to trust ourselves, and most of us were taught as children that we could not be trusted" John Holt.

Afortunadamente me voy dando cuenta que mientras más confías más fácil es la siguiente vez, así que, poco a poco voy desaprendiendo con ellos; y es una fórmula infalible, cuando no hay prisas, ni indicaciones, ni presiones de algún tipo, cuando aparentemente no tienen "nada qué hacer", nacen las ideas de sus cabecitas, se hace tangible la magia, les percibo las miradas distintas, casi-casi se pueden ver las chispas en el aire...

Volviendo al tema de las actividades derivadas de la lectura... Ayer por la tarde leímos Ramón Preocupón, de Anthony Browne, que les fascinó, sobretodo a Azul -que tiene unos días preocupona, será la edad-. Me pidieron leerlo nosecuántas veces. Y luego, se lanzaron a hacer sus "muñecos quitapesares".

Hoy por la mañana Azul leyó 999 hermanas ranas se mudan de charca de Ken Kimura, -uno de sus últimos favoritos, divertidísimo, totalmente recomendable para leer en voz alta- y rato después tomó papel y colores: escribió e ilustró su escena favorita, le hace mucha gracia el diálogo entre papá rana y el milano cuando éste se lo lleva...

Y ya que estoy con las recomendaciones literarias, un imperdible es El grufaló de Julia Donaldson aunque ya es "viejo" en nuestra lista de favoritos, tiene una página con muchas actividades para quienes necesiten un poco de inspiración.